El nacimiento de la sociología

Brenda Borrero 22 de abril de 2021

El ser humano es un ser social por naturaleza, y ya desde nuestros más antiguos antepasados, nos hemos reunido en grupos, tribus más o menos grandes, con el objetivo de protegernos los unos a los otros, de tener ese contacto con nuestros congéneres que es necesario para nuestra salud tanto física como mental. Las interacciones entre los propios individuos y los grupos que los conforman han ido cambiando mucho a lo largo de los siglos, porque no pueden entenderse como algo aislado, sino que debemos tener siempre en cuenta el contexto en el que se han desarrollado dichas interacciones, que a su vez también han ayudado a conformar ese contexto, ese ambiente en el que el ser humano se desarrolla. Para estudiar todo esto, desde las diferentes vertientes y enfoques, se creó la sociología, una de las ciencias sociales más importantes que tenemos hoy en día, aunque su popularidad no le vaya tan pareja.

La sociología se encarga de analizar los comportamientos sociales, tanto entre individuos como entre sociedades, grupos e instituciones, a través de métodos científicos como la recogida de datos, el estudio de los resultados y la aplicación de hipótesis. Se lleva el método científico a un plano de estudio mucho más complejo, el de la sociedad y sus interacciones, ya que los sociólogos deben estar preparados para todo tipo de resultados, para adaptarse a lo que cada sociedad ofrece, y encontrar los cambios que se van produciendo, así como las causas que los provocan. Es una disciplina fascinante que se desarrolló en el último siglo y medio, pero que ya tenía antecedentes desde el nacimiento de la filosofía, ya que al fin y al cabo, una y otra iban de la mano hasta no hace tanto. El pensamiento de grandes autores como Aristóteles o Platón permanece muy presente en la sociología, aunque como ciencia social que es, se intenta apartar todo tipo de interpretaciones y opiniones que no tengan que ver directamente con lo obtenido en los estudios realizados.

Cuándo surgió la sociología

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Más allá de los precedentes en la Grecia Clásica, que continuaron siglos después por parte de varios filósofos y pensadores, se puede marcar el inicio de la sociología tal y como la entendemos actualmente en el siglo XIX, dentro del movimiento del Positivismo, donde varios autores abogaban por la creación de una especie de ciencia de la sociedad, una “física social” que explicara, a través de resultados inapelables basados en el método científico, cómo se comporta una sociedad dentro de un contexto concreto. Henri de Saint Simón ya apunto hacia esa disciplina a principios del siglo XIX, y su secretario, Augusto Comte, acuñaría poco después el término sociología, siguiendo la estela de su mentor. A su vez, Von Stein desarrolló en Alemania el concepto de la ciencia social, dándole un enfoque mucho más amplio a la sociología y acercándola a los métodos científicos, de cara a ser utilizada por las Administraciones Públicas.

Cómo surgió la sociología

La sociología surge a mitad del siglo XIX como respuesta a la necesidad que muchos autores y pensadores, procedentes de diferentes disciplinas, tenían con respecto a explicar el comportamiento humano en términos sociales, es decir, de interacción dentro de un grupo, o entre grupos de distinto tipo. Desde la Ilustración, la importancia de la sociedad como concepto general había crecido muchísimo, y era el momento de emplear el método científico para explicar el comportamiento de los grupos sociales, entendiéndolos dentro de su propio contexto para comprender qué era lo que lleva a esos grupos a comportarse así, o por qué no todos dentro de ese mismo grupo se comportan de la misma manera.

Se ponía especial énfasis en estudiar los hechos sociales como si fueran cosas, buscando el máximo número de variables medibles que fueran posibles para crear una gran base de datos con las que comprobar la fluctuación de comportamientos en los grandes grupos de una manera mucho más concreta, con resultados que no dieran lugar a interpretación. Por supuesto, existen diferentes escuelas dentro de la sociología, defendiendo cada una de ellas un tipo de formación o de análisis de datos, pero todas convergen en la necesidad de crear una ciencia que estudie el comportamiento social desde un prisma medible, para poder entenderlo mucho mejor, e incluso aspirar a pronosticar los cambios sociales que estén por venir, en base a los datos recogidos y a las fluctuaciones ya consideradas.

El objetivo de la sociología

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Cuando surgió, la sociología pretendía ser una ciencia total de lo social, una especie de física que controlase todos los parámetros posibles que intervenían en los comportamientos sociales del ser humano, es decir, sus interacciones con otros semejantes, con grupos y organizaciones… El objetivo sigue siendo el mismo a día de hoy, aunque se ha ampliado mucho más, convirtiendo a la sociología en una ciencia transversal donde podemos encontrar enfoques económicos, psicológicos, geográficos… La sociología entiende que hay diferentes dimensiones en las que las interacciones entre seres humanos pueden darse, y cada contexto merece un estudio detallado y concreto, desde la religión hasta el deporte, pasando por lo político o lo cultural. Básicamente, el objetivo de la sociología es entender los comportamientos humanos a través de un análisis científico y medible.

La sociología en la educación

Uno de los enfoques más interesantes que tiene la sociología es la de entender los comportamientos humanos dentro del entorno educativo, entendiendo este como el colegio, instituto o lugar donde los niños y jóvenes acuden a formarse y conseguir conocimiento. La sociología se adapta a la educación para estudiar, con datos concretos, cómo son los comportamientos de los alumnos dentro del sistema, en la educación formal, aunque cada vez hay más estudios que se centran en la educación no formal o informal. Lo que interesa a esta perspectiva es entender el vínculo que hay entre la educación y las interacciones de los alumnos, en su etapa formativa y posterior, y cómo eso influye en la igualdad, la justicia social, etc…

La educación siempre ha sido considerada como la base de todo nuestro sistema social y cultural, otorgándole una importancia más que merecida, puesto que de la formación de los jóvenes de hoy dependerá nuestro futuro como sociedad en el futuro. La sociología aporta un enfoque muy interesante ya que no busca interpretar qué tipo de educación es mejor, o cual se adapta más fácilmente a las facultades de los alumnos, sino que simplemente estudia los parámetros que tienen que ver con la formación y los pone en contexto con la procedencia, el sexo o la clase social de la persona que se forma, para comprobar si hay diferencias sustanciales dentro de un mismo aula, por ejemplo.