La Ley Celaá, así es y estas serán sus consecuencias

Brenda Borrero 17 de diciembre de 2020

La alternancia de poder es algo que siempre se ha tenido en cuenta como positivo dentro de un país democrático. Por simple lógico, es más fácil que un sistema se vuelva corrupto cuando un mismo partido se lleva muchos años en el poder, ya que es capaz de imponerse prácticamente en todos los aspectos de la sociedad desde esa situación preponderante. Sin embargo, hay diversos temas que necesitan ser tratados como algo por encima de ideologías y de corrientes políticas. La educación es el mejor ejemplo posible, ya que afecta de forma directa al presente y sobre todo al futuro del país, que siempre busca tener a las personas mejor formadas, que adquieran más conocimientos y preparación para llegar más lejos y mejorar el mercado laboral, industrial o de investigación.

Lo que ocurre en España es que la alternancia de poder entre PSOE y PP, que se lleva dando desde hace cuarenta años, no ha traído ningún gran acuerdo sobre educación. De hecho, cada vez que hay cambio de Gobierno se sobreentiende que el partido que entra, o partidos como es el caso en esta legislatura, van a derogar la ley educativa vigente, propuesta y aprobada normalmente en solitario por el partido que gobernaba antes, y van a sacar una nueva ley educativa, con muchos cambios profundos, que sin embargo es probable que solo dure unos pocos años, hasta que esa coalición vuelva a perder el poder y regresen los de antes, con una nueva ley para tumbar la vigente. La tremenda confusión que esto produce, la inestabilidad de cambiar las leyes educativas cada poco tiempo, es la base, para muchos, de la ineficiencia del sistema educativo español para superar sus propias barreras. Ahora toca una nueva ley educativa, la llamada Ley Celáa, que también traerá cambios importantes que todos deberíamos conocer.

Qué es la Ley Celaá

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La Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación, conocida como LOMLOE o más comúnmente abreviada en Ley Celáa, es la nueva ley educativa que el Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos quiere sacar a la luz a finales de este año, cuando se cumple uno de su entrada en el gobierno. Esta ley será la octava diferente dentro de la democracia, un vaivén que como comentábamos al principio, no ayuda a que la educación española tenga una buena base consistente durante muchos años. Se derogará por tanto la LOMCE, vigente desde 2013, y se prevé que a partir del próximo curso 2021/2022 esta nueva ley ya pueda aplicarse, aunque siempre con restricciones por parte de algunas comunidades autónomas, que no ven con buenos ojos este nuevo mandato.

Consecuencias en la modificación de la LOE

Son muchos los factores que la nueva ley educativa cambiará con respecto a la anterior. En principio no es una derogación completa, sino como su propio nombre indica, una modificación de la anterior Ley de Organización Educativa. Sin embargo, es obvio que habrá muchos cambios importantes. Los más polémicos tienen que ver con la eliminación del español como lengua vehicular, algo que no ha sentado nada bien a los partidos de derecha, así como la eliminación de la educación concertada que segrege a los alumnos, ya que se busca con esta ley una equidad total y absoluta para ellos. De esa misma forma, la educación especial también está en el punto de mira, ya que lo que pretende esta nueva ley es crear centros públicos en los que puedan convivir estos alumnos especiales con el resto, sin tener que buscar centros donde solo haya este tipo de alumnos.

La Ley Celaá desde educación infantil a bachillerato

La ley Celáa es una ley de educación íntegra en todos los niveles desde infantil hasta bachillerato, es decir, toda la educación obligatoria y los dos cursos anteriores a la Universidad. Hay muchos cambios también en este sentido, empezando por delegar mucho más en las Comunidades Autónomas, para que tengan mayor control sobre ciertos aspectos importantes del recorrido curricular de los alumnos. Precisamente este punto permitirá que comunidades como Andalucía, que están en contra de la ley, puedan suavizar notablemente su aplicación en su territorio. De la misma forma, también se busca la eficiencia a la hora de combinar algunas materias en una sola, para un entendimiento más trasversal de las mismas.

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La religión es todo de los puntos que siempre han generado polémica entre los distintos gobiernos. Tradicionalmente, el PSOE siempre ha mantenido una visión más alejada dela religión en las aulas, y así lo demuestra en esta nueva ley, donde también se denota la influencia de su socio de gobierno, Unidas Podemos. La Religión volverá a ser una asignatura no computable, es decir, que ni subirá ni bajará nota, y de la misma forma lo harán las asignaturas espejo. También es importante recalcar la simplificación de los itinerarios en l ESO y en el Bachillerato, ofreciendo solo cuatro opciones antes de llegar a la Universidad, para homogeneizar mucho más el currículum de esos alumnos.

Educación sexual a temprana edad

Otro de los puntos que más polémica ha generado es la inclusión de clases de educación sexual para niños y niñas desde los seis años. El Gobierno, impulsor de esta medida, la defiende aludiendo a la necesidad de explicar este tipo de temas a los pequeños, adaptándolos a su situación y conocimientos, por supuesto, para que no los descubran por sí mismos llegados a cierta edad, y propiciar así un entorno seguro donde entender todo lo que tiene que ver con la sexualidad, sin que eso signifique empujarles a un descubrimiento prematuro de la misma. Sin embargo, la oposición  ha tildado de perversa esta nueva fórmula, ya que para ellos solo se pretende sexualizar a los niños en una edad en la que no tienen por qué conocer nada sobre este tema.